sábado, septiembre 04, 2010

Esa noche de lluvia me apoderé de él sin darme cuenta. Nunca creí que llegaría a pasar algo así. Mis risas son provocadas por él y esas horas enteras de charla me llenan. Tiene una risa infinita que me contagia y una forma de ser increíble.

No hay comentarios:

Publicar un comentario