domingo, noviembre 07, 2010

Es cierto, todos estamos un poco locos. Pero es muy claro ahora que estoy desencadenada.

El miedo está sólo en nuestras mentes, invadiéndola todo el tiempo.
Tú, pobre dulce cosa inocente sécate los ojos y testifica. Sabes que vives para desbaratarme, no lo niegues.
Un día voy a conseguir olvidar tu nombre y un dulce día, vas a ahogarte en mi dolor perdido.
Sueño en la oscuridad, duermo para morir; borrar el silencio. Borrar mi vida.
Nuestras ardientes cenizas oscurecen el día.

Un mundo de nada. Suspírame lejos

¿Te preguntas por qué odias?
¿Eres aún tan débil como para sobrevivir a tus errores?

No hay comentarios:

Publicar un comentario