lunes, noviembre 15, 2010


Nada me da tanto placer como escuchar los redondos y pensar en toda mi vida. Amo saber que quedan solamente tres malditas semanas de clases (voy a romper todo cuando termine), debería empezar desde ahora a disfrutar y dedicarme a jugar al chancho con las chofitol.
Me hace tan bien verte reír, saber que las cosas no marchan tan mal después de todo. Me pone feliz subir al puente y seguir diciendo: "ahí viene el colectivo si caminamos rápido llegamos" (mentiiiiira, nunca llegamos y terminamos corriendo)
  • Dos grandes mentiras con los colectivos:
  1. Hoy no lo corremos.
  2. Si viene muy lleno espero el otro.
Nada me da tanta alegría que seguir viéndola a ella, mi mejor amiga, todos los días. Sabiendo que el año que viene no va ser así.
Nada me pone tan contenta que saber que empiezo a trabajar, a tener mi plata y empiezo la facultad con una carrera que ni yo sé donde me meto.
Me hace totalmente feliz saber que en seis meses tengo 18 años y desaparezco de las calles de Monte Grande.
Nada me alegra más que saber que faltan nueve meses para el pre olímpico en Mar del Plata (con ella).



LAS PEQUEÑAS COSAS NACEN DE ESA TERNURA QUE TRANSMITÍS CUANDO ME MIRAS. LAS PEQUEÑAS COSAS NACEN DE LAS GANAS QUE QUIERA PONERLE UNO.

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