jueves, diciembre 30, 2010

Hoy asume lo que venga sea para bien o todo mal. Y aunque pierda lo que tenga se va a morder para aguantar.
Hoy que claro ve las cosas que ayer no vio, ni va a exigir. Sobre su pena se posa; quiere entender para seguir.
Llega la batalla y contra él estalla; algún día va a escampar. Y como sale de ésta quiere la respuesta (sabe que no es escapar).
Hoy que raro que lo miran. Se pone en pie y quiere hablar; y a su boca se le olvida lo que una vez quiso explicar.
Su paciencia va a montar, todo un circo para verlo desfilar. Al dolor que supo ser y al que ahora ya no quiere ver volver. Se refugia en un farol y entre dos flores que siempre apuntan al sol. Así cruza su pared, me sonríe y rompe con su propia red.
Hoy se siente satisfecho aunque aquel rol no exista más. Para vida con su pecho, y su canción vuelve a sonar.
Hoy recibe los aplausos. Supo ser sal y también miel. Y conecta con sus pasos, que al resbalar no cae bien.
Terminó su guerra, los pies en la tierra y su mano a un corazón. Su pensar tranquilo, su pena un olvido y su alma una pasión.

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