viernes, diciembre 17, 2010

Llegue al mediodía muerta de calor, pero esto no me quitó el buen humor bajo ningún punto de vista. Comí algo. Me puse mis cortos, musculosa y en patas...
Abrí el sillón del comedor, estaba más fresco y además podía ver la tele. Me "enganche" con una película pero en realidad a los quince minutos me estaba durmiendo.
Di quinientas vueltas hasta que quede boca abajo, toda desparramada y me dormí.
¿Pueden creer que a los 45 minutos que paso esto, suena el maldito teléfono y me despierta? Lo peor es que era una promoción de tarjeta y no sé que más. Pobre mina. La trate MUY mal. (Lamentablemente esas son las consecuencias de llamar a la hora de la siesta)



Ah si, vale aclarar que JAMÁS duermo siesta, y cuando duermo pasa esto.

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