viernes, marzo 25, 2011


Algún refugio habrá para ocultarme de esta feroz tormenta de preguntas, de respuestas. No sé a quien preguntar o si tal vez callar, o viejos sitios visitar, o mantenerme quieta, cerrar los ojos y llegar a ver el manto cubriéndote. Te vi, me vi.
Y fuimos juntos contemplando el silencio, buscando una y cientos de veces entre el río y el mismísimo mar. Y fueron las lluvias, su agua y los vientos, viajando, jugueteando, erosionando. Y somos rocas y mañana arenas; bañados por las aguas de este mismísimo mar de miedos. No quiero volver atrás, quiero encontrar las fotos del tiempo sobre veces pasadas, recientes lejanas en tiempos de furia y de calma. Soy lo que me espera allá, espérame allá. Hoy mi deseo es poder desear. QUE ESTÉS BIEN DONDE QUIERA QUE ESTÉS.












Siento fuertes madrugadas que al otro día siento.

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