Cada día se repite, igual, como siempre; animales de costumbre, vivos, sin saberlo, dando vueltas en lo mismo, como rueda; la conciencia embalsamada no nos deja mover. Ni todas las ganas pueden desterrarla, es que nuestra forma de ser ya se acostumbró; será cosa de cambiar para que se vaya, desafiándola, al hacer nunca nada igual.

¿De qué servirá la espada, si quien la sostiene es el cobarde? Si se nos termina el tiempo, si se te acabara el tiempo. ¿QUÉ ES LO PRIMERO QUE HARÍAS HOY?

Lo inmediato, lo que espera... ¡Hagámoslo! Esa misma situación, como siempre; a la hora estipulada, como siempre. Lo desconocido asusta, como siempre, mejor lo dejamos así.