lunes, abril 18, 2011

Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez...
Once, doce, trece, catorce, quince, dieciséis, diecisiete, dieciocho, diecinueve, veinte...


¿Cuántas veces hay que contar para mantenerse calmado?¿Cuantos suspiros por día produce una persona?¿Cuántas malas palabras se dice por segundo en el mundo?¿Cuánta gente que desea el mal hay?¿Cuántas personas son felices?¿Cuántas pasan el peor momento justo ahora?¿Cuándo morimos?¿Cuando sabemos que es lo que va a pasar?¿Cuando sabemos que realmente somos felices?¿Cuántas preguntas se hacen por segundo?¿Cuanta gente está pidiendo ayuda?¿Cuanta gente se ríe de las desgracias ajenas?¿Cuántas personas son felices ahora?

Odio tener tantas preguntas y una solución:

(De menos infinito a más infinito)






Cuando todo parezca que se derrumba solo hay que esperar que sople el viento a favor. Hay que esperar que la tormenta pase, que siempre sale el sol.

1 comentario:

  1. Definitivamente, después de la tormenta siempre sale el sol. Lo ideal es nunca olvidarse de eso, para pasar la tormenta lo mejor posible.

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