Tragando palabras te vas dando cuenta que a veces lo lógico es lo más difícil. Y poquito a poco, te vas acercando al fuego, en las llamas que queman a las mariposas.
Azules y blancas entre las cenizas, las alas sin vida de vuelos suicidas. Y yo las entiendo porque yo eh sentido la luz cegadora de un fuego prohibido.
Y es así como se va enredando el cuento, como se va torciendo el tiempo, como te quedas ciego. Y es así como te vas creyendo tus propias mentiras y luego el silencio se vuelve un lamento de guerras perdidas.
¿Quién pudo ser tan ciego para chocar de frente contra el fuego como mariposa? ¿Quién pudo ser tan loco para cambiar el sol de la mañana por la llama de un fuego cualquiera?
No hay comentarios:
Publicar un comentario