martes, agosto 20, 2013
Le pedi que me abrace, que no pregunte nada y eso hizo. No fue necesario agregarle palabras a algo que es tan obvio.
¿Otra vez? preguntó. Accedí con la cabeza y entre lágrimas le dije que aunque la cabeza quiera el corazón es más fuerte y no me puedo olvidar del dolor.
Él me abrazo más fuerte y me pidió que no llore más, que no derrame una lágrima más en gente que no le importa. Cuesta, no lo voy a negar, duele, da bronca y ganas de romper todo (o romperle la cara) pero si a los demás no le importás, no podes darles importancia.
FALTA DE CODIGOS Y POCA CABEZA USASTE.
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