lunes, enero 30, 2012


Oí que te haías establecido, que encontraste una chica, y que estás casado ahora. Oí que tus sueños se volvieron reales, supongo que ella te dio cosas que yo no.
Viejo amigo, ¿Por qué estás tan comedido? No es propio de ti el contenerte o esconderte de la mentira. Odio aparecer de la nada si haber sido invitada, pero no podía estar apartada, no podía evitarlo. Esperaba que vieras mi cara y que recordaras que para mi esto no ha terminado.
No pasa nada, encontraré alguien como tú. No deseo nada, salvo lo mejor para ti. No me olvides, te lo suplico, recuerdo que dijite: "a veces el amor dura, pero otros en cambio duele".
Sabes como pasa el tiempo, solo ayer fue el momento de nuestras vidas. Nacimos y fuimos criados en una niebla recordatoria, encadenados por la sorpresa de nuestros días de gloria.
Nada se compara, sin preocupaciones o cuidados. Las lamentaciones y errores son productos de la memoria. ¿Quién podría haber sabido lo amargo que esto sabría?

No hay comentarios:

Publicar un comentario