Un día nuevo comenzó. Como todos los martes me levanté temprano para ir a nadar. Muchos lo hacen temporal, porque viene el verano, otros por problemas de salud, y algunos locos, como yo, por placer. Cuando mi viejo me insistía para hacer natación no quería saber nada, me costó como un año y medio arrancar, hasta que un día me decidí. Fui, me anote y empece. Creo que ni yo iba a imaginar que me iba a gustar tanto, que me iba a cambiar tanto todo el cuerpo, y es gracias a eso que hoy tengo la espalda más grande, hasta parezco un camionero. Lo que más feliz me hace es que eso no me molesta, no soy esas pibas que cuando les decís que haces natación te tiran un: "pero sacas mucha espalda" (si, ¿yyy?). Hoy comenzó el entrenamiento para ir el 2 de Diciembre a nadar a Ramallo, vamos a ver que nos depara el destino. Yo me entreno y veo como llego, si me siento bien, cómoda y se me dan todas las posibilidades, allá iré. Sino el próximo año será y el entrenamiento quedará.