sábado, mayo 18, 2013

Finalmente te cansas de caminar, te duelen los pies y la cabeza de tanto pensar. Miras el reloj, te preguntas qué va a ser de tu vida ahora, tus sueños se desarmaron y cayeron sin piedad, un simple "NO" puede ser suficiente para quebrarse las piernas. Pero decidís seguir, tenes alguien a tu lado que te banca a muerte y te propuso ser tu pareja, y como la palabra lo dice caminar parejos. 
Y una vez más volves a caer, y otra vez tropezas pero ella se encarga de levantarte con las pocas fuerzas que le quedan, que a su vez son muchas cuando te ve ahí tirado. "No es fácil, pero vamos llegar al final del camino con una sonrisa, vas a ver" te dice secando tus lágrimas y regalándote una sonrisa que te haga sentir mejor.
Siguen caminando y cada tanto ella tiende a caer también pero le agarras fuerte la mano para que ni siquiera toque el suelo, ella está feliz a tu lado y no le importa nada más que eso. Las épocas son buenas y malas como todas, pero lo importante es encontrar a alguien que nos apoye, nos aguante y esté siempre a nuestro lado para prestarnos un hombro, darnos una palabra de aliento o simplemente estirarnos una mano para ayudarnos a levantar. Jamás vas a volver a tocar el piso mientras estés a mi lado, jamás voy a permitir que toques fondo, porque hay que ver el vaso casi lleno siempre, porque lo importante es tener salud, ganas y sobre todo PACIENCIA. Estamos en un mundo muy complicado y si la vida fuese fácil sería aburrida, a vos el destino quiso que te toquen vivir cosas un poco más complicadas que a otros (reitero, por suerte no son problemas de salud), que tengas que crecer como puedas y rebuscartela de alguna manera. Nadie nos explica como vivir, nos pueden aconsejar de lo que está bien o mal por experiencias de los demás, pero nadie está en tus zapatos, nadie sabe que sentís o vivís, y muchos otros no saben lo difícil que son tus cosas. No nacimos con manuales y mucho menos con perfección, es eso lo que nos hace únicos, vas a tropezar miles de veces más, vas a chocarte con muchísimas paredes, algunas altas y otras más bajas, pero lo importante es saber levantarse y seguir ("hay que correr el riesgo de levantarse y seguir cayendo"). Algunos golpes son más fuertes que otros y van a doler más o menos, pero siempre voy a estar acá a tu lado, doy lo que sea por un segundo de tu sonrisa que es quien me alegra todos los días.




Que tu cabeza no estalle, que tu corazón sienta, tu alma viva y que vos sigas brillando por siempre. Te amo, te amé y te amaré por siempre. 

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